Back Up Capítulo 4

Posted: by Foro in
0

Miré el reloj. Faltaban exactamente 2 minutos para la medianoche pero Lisbon había insistido en que trajese al CBI. Según ella, para asegurarse que Carmen fuese encarcelado, pero yo sabía bien que esa no era la verdadera razón. Nuestro plan había salido demasiado bien como para tener dudas. Lo que realmente ocurría era que Lisbon se moría por volver a la oficina y a su cargo con todas las de la ley, a pesar de que tenía todo el derecho de quedarse en casa a recuperarse después de todo lo que había pasado.

Sonreí al pensar en eso y me dirigía a su oficina con una bolsa de donas de Marie´s, esa era una de las cosas que me agradaban de Lisbon. Tenía una voluntad a toda prueba, pero era tan vulnerable y simple como todo el mundo, aunque lo tratase de ocultar. No podías explicar de otra manera el hecho de que se sentía más a gusto en su trabajo que en su propio hogar. Era como si todo sus problemas quedaran atrás al hacerlo y todo su caótico interior cobrase un poco de orden. No podía culparla. Yo hacía lo mismo, por distintas razones, pero lo mismo al fin y al cabo ¿Se molestaría si supiese cuán parecida era al irritante consultor que tenía que controlar todos los días? Sería interesante de averiguar…

De pronto algo interrumpió mis pensamientos. Alguien tenía planeado darle la bienvenida además de mí. Fruncí el ceño al dame cuenta de quién se trataba.

-he oído que Minelli te va a pasar la factura del cristal- dijo apoyándose en el umbral de la puerta. Nop, aunque hiciese el intento no había manera de que Bosco lograra ser gracioso. Me acerqué lo más posible para poder escuchar sin ser detectado. Esto podía ser interesante.

-es justo- dijo Lisbon mientras seguía acomodando las cosas de su oficina. Definitivamente esta mujer estaba loca por volver…

-¿Sabes? Para ser policía, has hecho de una loca muy convincente- volvió a bromear (sin gracia otra vez, por supuesto). Entró a la oficina.

-quizás no sea buen trabajo policial, pero tengo que admitir que lo disfruté ¿Dejando perder por una vez?

Seguramente Lisbon no lo había notado, pero yo sí y a metro de distancia literalmente. El ego de Bosco estaba resentido por alguna razón. Los policías eran tan evidentes.

-mira, estoy feliz que saliese limpia de esto-continúo tratando de disimular.

Lisbon se apenó un poco.

-siento que no te pudiésemos incluir en el plan.

Sonreí satisfecho al notar que ese "pudiésemos" me incluyese. Era como poner limón en una herida abierta.

-pudiste, pero no lo hiciste…-respondió.

Se quedaron en silencio. Bosco podía quitarme a Red John pero no iba a quitarme la diversión de confabular con Lisbon. En primer lugar, porque no tenía las agallas de llevar a cabo alguno de nuestros planes y segundo, yo no se lo iba a permitir. Era una de las pocas cosas que lograban divertirme después de todo lo que había pasado y no es estaba dispuesto a compartirla…sobre todo con él. No importaba cuán dueño de ella se sintiese por tener ese irritante "pasado común" del que yo no era partícipe y aún no lograba averiguar del todo.

-deberías saber que si hubieses sido tú…

Sus palabras y su acercamiento a ella me distrajeron de mis pensamientos.

-lo sé- respondió sonriéndole.

-entonces si lo sabes. No digamos más.

No pude soportarlo. No me gustaban hacia donde iban las cosas. Era molesto no saber qué rayos se escondía tras ese silencio y esas miradas cómplices. Bosco me había dicho que era un maniático del control…entonces que así fuese. Esto no se me iba a escapar de mis manos.

-no interrumpo nada ¿verdad?- dije entrando de improviso con mi mejor sonrisa y aire confiado.

-no- respondió Bosco cortante- buenas noches Lisbon.

-buenas noches Sam- bromeé, feliz de haber interrumpido lo que sea que hubiese sido eso. Miré a Lisbon y le alcancé la bolsa de donas. Ella las recibió y comenzó a comerlas.

La observé unos instantes. Traté de contener las ganas de decir algo…pero no pude. Necesitaba molestar. Este último tiempo se me hacía casi irresistible hacerlo.

-no lo vi. Por supuesto- exclamé inocentemente.

-¿Qué?

-está enamorado de ti.

Al parecer mi comentario le pareció gracioso y respondió:

-¡no seas tonto!

-lo sé, es difícil de entender, pero hay todo tipo de gustos y colores ¿No?

-¡Cállate!- se rió lanzándome la bolsa de donas y volviendo a lo suyo sin siquiera darse por enterada de lo que escondía ese comentario. Hice como que me marchaba, pero me asomé una última vez para verla. Era agradable otra vez en control y como ella misma y sobre todo…Ser yo en parte responsable de ello. Bajé la mirada un poco y me marché finalmente. Para alguien que había cometido tantos errores y le había hecho miserable a tantas personas, tener la confianza de alguien como Lisbon era un honor que no estaba seguro de merecer.

Autor : by PetitJ (AgenteJ)

0 comentarios: